septiembre 29, 2014

Prácticas y ejercicios para inducir Sueños Lúcidos


Tener un sueño lúcido es estar consciente del hecho de que se esta soñando. Esta conciencia puede variar entre un pequeño momento o una sensación de seguridad más allá de la que se tiene en la vida real. Una vez que lo descubras, tendrás la habilidad de controlarlo, lo que es una parte esencial del sueño lúcido. Se puede dar espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y ejercicios.

Pasos

1. Comienza a tener el hábito de comprobar la realidad. Durante el día, pregúntate a menudo si estás soñando y comprueba la realidad cada vez que lo recuerdes. Con práctica y si lo haces a menudo, lo harás durante un sueño.

Haz tres comprobaciones cada vez que algo sea fuera de lo común, muy frustrante o no tenga sentido, ese hábito pasará a tus sueños. En un sueño, estos signos te dirán que estás durmiendo, permitiéndote tener un sueño lúcido. Una manera de hacer comprobaciones es buscar signos (elementos que ocurran frecuentemente en tus sueños), o cosas que normalmente no existirían en la vida real y entonces haz una comprobación. Cuando estas acciones se conviertan en un hábito, una persona comenzará a hacerlo en sus sueños y llegará a la conclusión de que está soñando. Algunas tácticas incluyen:

  • Mirar un reloj digital para ver si es constante
  • Mirar un texto, mirar a otro lado y volver a mirar para ver si ha cambiado
  • Encender y apagar la luz
  • Mirarte en un espejo (tu imagen aparecerá borrosa o no aparecerá en un sueño). Es posible que tu imagen aparezca distorsionada asustándote.
  • Apretar tu nariz e intentar respirar.
  • Mirar tus manos y preguntarte si estás soñando.
  • Saltar en el aire, en los sueños serás capaz de flotar o volar.
  • Pincharte a ti mismo, durante los sueños tu carne estará más elástica. Una comprobación de realidad con esto es empujar tu dedo a través de la palma de tu mano.
  • Probar a apoyarte en una pared. En un sueño es posible que te caigas atravesándola.

2. Mantén un diario de sueños. Probablemente, este sea el paso más importante para tener sueños lúcidos. Mantenlo cerca de tu cama y escribe en él tan pronto como te levantes. También puedes guardar una grabadora si se te hace más cómodo repetir tu sueño en voz alta. Esto te ayudará a reconocer los elementos comunes de tus sueños (gente de tu pasado, lugares específicos, etc.) y también transmitirá a tu cerebro que quieres recordar tus sueños. Más información sobre como crear un diario: Diario de sueños, el diario de tu alma interna

3. Encuentra el mejor momento para un sueño lúcido. Siendo consciente de tu horario de sueño, puedes organizar un patrón de sueño para inducir sueños lúcidos. Los estudios sugieren que una siesta pocas horas antes de la mañana es el mejor momento para tener un sueño lúcido.

Los sueños lúcidos están muy relacionados con el sueño REM. La fase REM es más abundante justo antes de despertar. Esto significa que ocurre poco antes de que nos levantemos. A pesar de eso, hay casos de personas que recuerdan sus sueños cuando despiertan en una fase no REM.

4. Mira sueños anteriores en tu diario del sueño. Si comienzas a ver patrones en tus sueños, te darás cuenta de las señales de que estás soñando y las cosas que se repiten en tus sueños. Podría ser algo pequeño, como que todos tus sueños son el el patio trasero, o siempre hay ventiladores en tus sueños. Adopta el hábito de hacer una comprobación de realidad cada vez que veas uno de esos símbolos para darte cuenta de si estás soñando.

5. Desintoxícate. La presencia de toxinas muchas veces entorpece la práctica onírica. Por ejemplo, el consumo de alcohol, fumar, comida chatarra difícilmente ayudará a alcanzar tu propósito. Lo mejor es desintoxicar comenzar una dieta saludable. Aprende sobre La Glándula Pineal, El Tercer Ojo

Técnicas:

Técnica (MILD) de inducción de sueño lúcido mnemónico de Stephen Laberge.
Pon el despertador para despertarte después de 4 horas y media, 6 o 7 horas y media después de dormirte. Cuando te despierte la alarma del reloj, trata de recordar el sueño tanto como puedas.
Cuando creas que has recordado todo lo que has podido, vuelve a tu lugar de descanso, imaginando que en tu sueño anterior te dabas cuenta de que estabas soñando. Repite para ti mismo “Me daré cuenta de que estoy soñando” o algo similar. Repítelo hasta que lo hayas mentalizado y después ve a dormir. Si tienes pensamientos aleatorios al intentar quedarte dormido, repite la parte de sugestión imaginativa e inténtalo otra vez. No te preocupes si piensas que tardas demasiado. Cuanto más tiempo tardes, más probable es que tengas un sueño lúcido.

Técnica de volver a la cama, es bastante útil.
Coloca la alarma para dentro de 5 horas. Duérmete. Cuando te despiertes, mantente durante una hora concentrándote en la lucidez y solo en eso. Vuelve a dormirte.

Técnica WILD (sueño lúcido iniciado tras estar despierto).
Básicamente significa que cuando te duermes, trasladas la lucidez directamente al sueño REM. Trata de meditar en un estado calmado y concentrado. Puedes probar a contar la respiración, imaginar que asciendes o desciendes escaleras, estar en silencio en una sala insonorizada, etc. Una manera fácil de poner a tu cuerpo a dormir es acostarte en la cama y concentrarte en estar consciente de la parte de la cabeza que toca la almohada. Espera a que tu voz interior se apague luego puedes imaginarte que te hundes en tu almohada hasta que tu cuerpo ya casi esté dormido. Ahora saca la conciencia de tu cuerpo mientras tratas de aferrarte a la conciencia lo más que puedas. Esto significa que tu cuerpo se quedará dormido y tú pasarás al mundo de los sueños lúcidos.

Escuchar pulsos binaurales Theta durante un tiempo puede introducirte en la fase REM fácilmente.

Método de meditación Diamond
Cuando medites, trata de visualizar tu vida, tus facetas de despierto y dormido en un diamante. Algunos llaman a este diamante el universo o “dios” o incluso “tu espíritu”. La cosa es reconocer que todos los aspectos de la vida están ocurriendo a la vez. Solo es tu percepción lo que organiza tus dramas en un orden lineal. Así que tal como es un diamante, cada faceta es una experiencia individual, ocurriendo a la vez que una experiencia de entonación.

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